Dentro de las tendencias actuales, el aluminio y el PVC resultan las opciones más populares a la hora de elegir el material constitutivo de las ventanas. Antes de tomar una decisión es conveniente saber las ventajas y desventajas propias de cada material.
En primer lugar se debe tener en cuenta la naturaleza climática de la geografía en la que se instalarán las aberturas, ya que las ventanas son las que establecerán el enlace con el exterior y se verán expuestas a la climatología de la región.
En España el intenso sol y los cambios de temperatura son algo frecuente. Las ventanas de aluminio, dada su alta resistencia, son una adecuada forma de enfrentar estas condiciones de una forma eficiente. La instalación del puente térmico en las ventanas de aluminio es una pieza que divide las dos partes del perfil, separando el marco interior del exterior, lo cual evita la condensación y maximiza tanto la refrigeración como la calefacción del ambiente resultando en un considerable ahorro energético.
Las ventanas de PVC ofrecen un buen nivel de aislamiento, incluso similar al de las aberturas de aluminio, y se les puede dar la textura y color imitando perfectamente la madera. Sin embargo, tienen una gran desventaja: son poco resistentes tanto al sol intenso como a las oscilaciones climáticas, lo cual reduce considerablemente su vida útil y, a medida que el deterioro avanza, su hermeticidad también se ve comprometida. Además, el PVC suele tornarse amarillento conforme pasa el tiempo, cosa que no ocurre con las ventanas de aluminio, cuyo lacado es atractivo y permanece intacto mucho más tiempo.
Un factor importante a tener en cuenta a la hora de elegir una ventana para el hogar, es el concerniente a la seguridad. En caso de incendio, la temprana combustión del PVC libera cloro lo cual provoca asfixia. En el caso de las aberturas de aluminio no existe este inconveniente y su combustión es mucho más lenta.
Por todo lo anterior, puede concluirse que, aunque tal vez inicialmente las ventanas de PVC resulten bonitas e, incluso, similares en prestaciones a las de aluminio; estas últimas resultan las más durables, convenientes, seguras, estéticas y funcionales.
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