martes, 21 de septiembre de 2010

Aluminio: una alternativa ecológicamente eficiente para las aberturas del hogar

Los tiempos cambian, cambian las tendencias y los estilos, pero muchas veces son las mismas necesidades de las personas (y en este caso del planeta) las que marcan la pauta de lo que se viene. El diseño sustentable ha puesto de manifiesto la necesidad de que las viviendas y espacios de trabajo sean cada vez más ecológicos y eficientes a varios niveles: materiales, uso y ahorro de energía, capacidad de los componentes de ser reciclados, entre otros.

En ese sentido, las ventanas de aluminio tienen varias cuestiones a favor. En primer lugar, son de fácil instalación y mantenimiento: no requieren, como las ventanas hechas de otros materiales, ser pintadas permanentemente en pos de evitar su deterioro. Esto incide directamente en la cantidad de elementos potencialmente contaminantes del medio ambiente que su uso supone.

Los marcos y componentes de las ventanas de aluminio son excelentes aislantes de la temperatura, dado que la parte externa y la parte interna del marco de aluminio nunca están en contacto. Están separadas por plástico y el marco externo no trasmite la temperatura exterior al interior.

Esta característica es particularmente útil en las zonas geográficas de temperaturas muy elevadas o muy bajas, ya que colabora con la eficiencia energética. En las casas con aberturas de aluminio, a la hora de calefaccionar tanto como refrigerar un ambiente, las ventanas y aberturas no constituyen una fuente de pérdida de frío o calor: esto permite climatizar ambientes en forma mucho más eficiente.

En cuanto al material base de las ventanas, el aluminio es un material esencialmente ecológico por varios motivos. Precisa de un bajo coste energético para su manufactura, no es tóxico y es 100% reciclable.

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