viernes, 17 de septiembre de 2010

Las ventanas de aluminio en el hogar: ventanas correderas

Las ventanas de aluminio correderas están compuestas por dos o más hojas, que se desplazan horizontalmente por traslación sobre carriles o guías y que, al abrirse, sus hojas quedan superpuestas. Se debe prestar atención a la calidad de las ruedas para permitir un correcto deslizamiento de las hojas y evitar así su deterioro.

Su principal ventaja es ocupar solo el plano sobre el que se desplazan horizontalmente, por lo que la decoración interior no se ve comprometida, ni reducida la iluminación interior del hogar. Por esta característica representan la apertura más eficiente a la hora de elegir una abertura para un espacio reducido o con obstáculos.

Al respecto de la limpieza de las ventanas correderas, dado que las mismas solo permiten la apertura de la mitad de la abertura, debe tenerse en cuenta que, para llevar a cabo la limpieza de las mismas, se tendrán que desmontar periódicamente las hojas a los fines de efectuar un completo lavado de la ventana.

En función del tamaño del que se quiera hacer la abertura, las ventanas de aluminio correderas se pueden adquirir en dos, tres o cuatro hojas. Las mismas se obtienen además, con o sin persiana para cubrir las específicas necesidades lumínicas del ambiente en donde se aplicarán.

Este tipo de ventana es menos eficiente que las abatibles en términos de aislamiento térmico, pero, por la dirección en la que se efectúa la apertura de las hojas, resulta más conveniente.

Las ventanas y puertas de aluminio correderas admiten la instalación de sistemas de bloqueo por pestillo o cerradura. A diferencia del resto de las ventanas de aluminio, a esta opción se le pueden agregar mosquiteros correderos.

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