A la hora de construir o planear una reforma en nuestro hogar, siempre queda espacio para los descuidos y esos descuidos suelen ser las aberturas. La mayoría de los hogares que tienen aberturas de madera deben pintarlas o barnizarlas cada dos o tres años, debido a que no pueden resistir las inclemencias del tiempo y el clima. Por eso a la hora de planear barnizar o mejorar el estado de las aberturas una buena opción es cambiar la vieja carpintería de madera por ventanas de aluminio.
Ellas son excelentes para todos los espacios porque se amoldan a cada uno de ellos. Al estar lacradas pueden pintarse fácilmente o ser revestidas para que simulen ser de madera. Pero además, las ventanas de aluminio vienen en todos los tamaños y colores, adaptándose a los ambientes. Son fáciles de instalar para sus fabricantes y no requieren de mucho mantenimiento porque pueden ser limpiadas con cualquier líquido o solución.
Este tipo de abertura se recomienda para ventanas tanto internas como externas. Las internas porque facilitan la ventilación y al mismo tiempo son seguras y poco ruidosas; y las externas porque soportan las inclemencias del tiempo y no sufren deterioros como las aberturas de madera u otros materiales.
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